¿Dónde estoy?

Me quisiste a bocajarro. Fue imposible no morir en el intento.

17.5.11

Y jamás pudo escapar de sus fantasías.

"Si yo fuera el sol y tú la luna dejaría sin luz al mundo sólo para poder estar siempre a tu lado". Esa era la frase que sin duda conseguiría enamorarla al instante. La había leído tantas veces que si las palabras fueran rocas, las olas de su insistencia las habrían desgastado hace años. Pero su soñadora esperanza era más fuerte que cualquier desengaño y cualquier príncipe azul que resultara ser una rana bajo un hechizo barato.
- No sé a qué esperas, pero seguro que ya se ha ido. -Levantó la vista para encontrar al dueño de esa voz que la había arrancado de sus fantasías. Como si la hubieran despertado del sueño justo en la mejor parte.
- ¿Perdona?
- Discúlpame si he sido muy brusco, llevo observándote aquí sentada desde hace horas y ya han pasado más de seis autobuses, seguro que has perdido el tuyo. -Y sin que ella le ofreciera asiento, se sentó en un extremo del banco.
- No esperaba al autobús. -Contestó tajante.
- Oh... Entonces discúlpame de nuevo. -El joven intruso sacó de su chaqueta un pequeño libro de bolsillo y sonrió antes de ocultarse tras sus páginas.
Los minutos corrieron entre ambos atrapándolos en un incómodo silencio que parecía irrompible.
- Esperaba despertar... -Confesó. Lo había visto, aquel hombre tenía entre sus manos el libro que tantas veces había devorado hambrienta por llenarse del amor que esperaba sentir algún día. El libro que contenía esa frase que seguramente sería la llave de su corazón.
- ¿Despertar?
- Sí... -Algo en su interior la golpeó como si le hubieran dado un martillazo, ¿qué hacía? Miró a los ojos de aquel extraño disculpándose en silencio por hablarle como si ya se conocieran, como si pudiera abrirse de par en par y contarle hasta el último miedo que se escondiera entre sus costillas. -Yo... Siempre sueño y... Creo que ya es hora de despertar. Tengo miedo de quedarme dormida en mi mente y no saber nunca más de lo que me rodea... De lo que es cierto.
- ¿Y qué sueñas?
- No lo sé...
- No te conozco... Jamás te había visto y que me parta un rayo si miento al decirte que seguramente esperaba encontrarme contigo algún día en algún lugar del mundo. Porque en cuanto te he descubierto sentada en este banco, algo dentro de mí me ha dicho que si yo fuera el sol... -Cerró el libro y miró con todas sus fuerzas los ojos vidriosos de aquella chica ausente que soñaba con despertar de sus sueños. Ella esperaba ansiosa con el pulso acelerado y las ganas locas por llorar. Pero antes de que pudiera terminar la frase, posó uno de sus finos dedos sobre sus labios impidiéndole seguir hablando. -¿Qué ocurre...?
- Sé lo que vas a decirme... Y significaría que estoy soñando, que esto no puede ser cierto y que sigo dormida en algún lugar de mi mente, esperando esa frase que nunca va a llegar. -Y sin dejar que aquel hombre que había venido desde el otro lado de la calle a rescatarla de sus dragones pudiera articular una sola palabra, se levantó del banco y caminó calle abajo hasta llegar lejos, más de lo que había pensado llegar jamás. Y es que tan perdida estaba entre el hechizo de su propia mente que el embrujo de aquella frase la había atrapado para siempre en una realidad que jamás conocería, que siempre sería ficticia dentro de sus retinas.


Infect me with your love and fill me with your poison.

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7 comentarios:

  1. ¡Oh dios mío! ¡INCREIBLE! Roxy... enserio de las que mas me han gustado!
    ¡Un besito!

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  2. Ella estaba embrujada con esa frase y yo con tus palabras, me encanta.
    Un beso.

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  3. Me encantó, escribis hermoso, que envidia♥

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  4. Hermosa frase del principio. Hermosa entrada :)

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  5. Precioso, me encanta!
    Vale la pena abrir blogger para encontrarte una nueva entrada tuya:)

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