¿Dónde estoy?

Me quisiste a bocajarro. Fue imposible no morir en el intento.

21.7.12

Él siempre había sido un poco de viento

- Pero, ¿volverás?

Fue la última pregunta que hice, no me atreví a preguntar nada más después de aquello. A una persona no puedes preguntarle si va a volver, es imposible que lo sepa. Si fuera un ave sabría que cuando el frío abandonara la ciudad regresaría para acurrucarse de nuevo a mi lado... Pero no era un ave, era él. Y él siempre había sido un poco de viento encerrado entre barrotes de carne y hueso. 
Al viento no puedes preguntarle si va a volver... Porque nunca lo hace. Puede que en raras ocasiones, cuando extrañe la forma en la que la luna ilumina la orilla del mar o cómo los colores del amanecer pintan sólo ciertas partes del mundo. Sólo cuando el viento realmente extraña algo, vuelve. Si no, lo has perdido para siempre.

Y él era igual.

Sabía que era absurdo intentar averiguar si algún día, quizá dentro de quince o veinte años, podría correr las cortinas al escuchar el motor de un Mustang y verle bajar del coche, con la misma sonrisa y un espíritu distinto. Porque cuando tienes el espíritu del viento tampoco puedes esperar ser el mismo eternamente, ni siquiera ser el mismo durante tres días seguidos. Porque los lugares y sus gentes te moldean, tu ansia de descubrir le da forma a tu espíritu y los pedazos de corazones que vas recogiendo por el camino te ayudan a mantener el tuyo unido. Yo esperaba que fuera fuerte el resto de su vida, porque el mío se lo llevaba al completo, dejando en mi pecho el hueco justo para que solamente pudiera encajar su ausencia en él. Y aunque la encajara, jamás la aceptaría.
Cuando le pregunté si volvería, algo en mi interior se negaba a escuchar la respuesta. Porque nadie se resiste a la libertad, es seductora como las piernas que se le abrirían por donde quiera que pasase. Dudo que ninguna mujer en el mundo pudiera resistirse a esos ojos marrones, yo no había encontrado forma de escapar de ellos. Y aquello me dolía tanto que agradecía en cierto modo que se llevara mi corazón para no tener que darle explicaciones de por qué iba a pasarme cada noche llorando y despertando cada mañana con una esperanza que marchitaría al ponerse el sol.

- Pero, ¿volverás?
Fue lo último que le pregunté... Y luego se marchó.

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4 comentarios:

  1. Tal vez habría sido mejor no formular ninguna pregunta.

    Debo decir lo primero de todo que me ha encantado la comparación que has hecho de la partida de una persona con la del viento, ha sido totalmente acertada. La manera en que plasmas los sentimientos de quien permanece esperando y al final pierde la esperanza, o el momento tan deseado llega y no sabe cómo adaptarse a él porque todo ha cambiado, el tiempo ha pasado.

    No dejas de sorprenderme, muchacha :)

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  2. Desgarrador, Roxy, es increíble , lo mucho que puede esconder una fase como: - Pero, ¿volverás?.
    Me ha encantado... tus palabras llegan de una manera impresionante

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  3. precioso! :)
    y genial el ¿pero volverás?
    Yo ni me habría atrevido a preguntarlo!

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  4. ¿Cómo no te he encontrado antes?
    Lo que has escrito es tremendo. TREMENDO.
    El final me ha dejado un regusto de lo más amargo en la boca... Pero el relato en sí me ha llegado al alma.
    "Pero no era un ave, era él. Y él siempre había sido un poco de viento encerrado entre barrotes de carne y hueso." La frase de mi vida.

    ¡Un beso!

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