¿Dónde estoy?

Me quisiste a bocajarro. Fue imposible no morir en el intento.

4.5.11

Y entre tantas personas...

Las personas aman, sienten. Las personas entregan su corazón, las personas reciben corazones y los cuidan, los miman, los destrozan, los devuelven, los tiran. Las personas sufren, son decepcionadas, lloran, gritan. Las personas sienten dolor y piensan en la muerte, sienten celos y se pierden en sí mismas. Las personas avanzan, retroceden, cometen errores y aciertan. Las personas olvidan, las personas recuerdan. Las personas se alegran de recordar, lloran por recordar. Las personas se sinceran y les hacen daño, las personas se protegen tras escudos y no dejan entrar a nadie. Las personas se arrepienten, las personas se asoman al pasado y caen al vacío. Las personas perdonan. A veces es tarde. A veces es el momento indicado. Las personas aprenden, las personas piensan en el futuro y corrigen sus pasos, aprenden de sus aciertos, los disfrutan. Las personas aprenden de sus errores, los enmiendan, los evitan. Las personas dicen "te amo" a otra persona. Luego a otra. Luego a otra. Luego a otra. Luego a otra. Las personas no mienten, las personas sólo sienten. Siempre sienten. Las personas son vulnerables al tiempo, pero los sentimientos son eternos. Por eso las personas se enamoran una vez, y otra. Y otra. O solo una. Cada persona es un mundo. Cada corazón una galaxia y cada amor una historia que se guarda dentro, que se escribe en una sonrisa. Que dura para siempre o se pierde entre un millón de estrellas. Pero siempre aparece otra. Porque personas, hay millones. Y todas las personas sienten. Todas sufren. Todas caen. Pero todas se levantan. Las personas ganan. Las personas son retorcidas, las personas odian. Las personas hacen daño, otras personas lo hacen porque están heridas. Pero tras el odio, siempre está el dolor y bajo el dolor, el amor. Las personas pierden el tiempo odiando. Las personas se consumen a sí mismas sin razón. Las personas hieren y no se arrepienten. Otras se arrepienten. Se perdonan. Perdonan. Y las personas sienten paz. Las personas se ciegan, las personas no ven más allá de sus narices. A veces hay personas que ciegan a personas, que las cambian, que las transforman. A veces esas personas no se dan cuenta. A veces sí. Y reaccionan. O no. Las personas que se dejan cambiar dejan de ser personas. Las personas son dueñas de sus propios sentimientos, de sus propias acciones, de sus propias decisiones. Nadie más. Las personas que se dan cuenta, retoman el camino. Las que no, duermen. Las personas pierden, las personas a veces sufren injustamente. Las personas se dan cuenta de que la vida es injusta, pero lo afrontan. A las personas les llega su recompensa. O su castigo. Las personas aprenden que después de la tormenta sale el sol. Las personas aprenden que si han hecho daño, después a ellas les queda el dolor de haber herido. Y sufren el doble que las demás personas. Las personas a veces abren los ojos. Se dan cuenta de las cosas. A veces es tarde. A veces es el momento justo. Lo importante para las personas es darse cuenta, encontrar la paz en sí mismos. Las personas cierran capítulos. Escriben nuevos capítulos. Las personas a veces están solas. Otras no. Las personas a veces quieren estar solas. Otras no. Las personas pasan noches oscuras y días soleados. Las personas descubren que la vida les sorprende cada amanecer. Las personas aprenden que pueden estar arriba. O abajo. Las personas pierden. Las personas pierden a gente quien quiere. Las personas se dan cuenta de que se han ido para otras personas a las que les importaban. Y les da igual. O no. Las personas nos desvanecemos. Las personas nos convertimos en viejos recuerdos. En nuevas realidades. Las personas perdemos. Pero luego las personas aprecian esas derrotas, porque les conducen a nuevas victorias. Porque las piedras que les hicieron caer en el camino les sirvieron para sortear las siguientes. Porque para cada persona que desaparece, que deja un hueco en blanco, aparece otra que lo llena con una caricia. Las personas aprenden de las personas. Las personas aman, las personas sienten. Y entre tantas personas... estás tú.


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16 comentarios:

  1. Un texto precioso. Como no podia ser de otra manera, te terminas sintiendo identificada con alguna de esas personas.

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  2. Es inevitable no sentirse identificado ante alguno de esos preceptos.
    Nos has sabido estudiar bien a todos. Y eso que somos taaan diferentes, parece que siempre quedamos reducidos a lo mismo.
    A los mismos defectos que nos hacen perfectas imperfecciones.
    Y vaya, si la de la foto eres tú, me gusta mucho la inocencia que transmite. Queda muy bien con la entrada. Una suave bomba que destapa los sentidos, sin duda.

    Un besazo,

    Ana
    [ http://lasonrisadelanube.blogspot.com ]

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  3. asi somos, variados y geniales, ese es el encanto de ser, y compartir...
    saludos

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  4. Las personas dicen "te amo" a otra persona. Luego a otra. Luego a otra. Luego a otra. Luego a otra. Las personas no mienten, las personas sólo sienten. Siempre sienten.

    Las personas pierden el tiempo odiando.

    En serio, uno de los mejores que he leído tuyos, y mira que es difícil la elección...

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  5. En la diversidad está la originalidad. Los seres humanos somos tal cual has descrito.
    Muy buena entrada. =))

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  6. Hermoso, muchas verdades, igualdades y desigualdades. Cada uno tiene un mundo y una pequeñas parte está aquí. :D me gusta tu blog!!

    Estas invitada al mio. QUE ESTÉS BIEN.

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  7. Discrepo con la de "las personas no mienten"
    xD

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  8. Hermoxooo!!... ñ.ñ

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