Podía resumirse en un suspiro y sin embargo le faltaban palabras para describirse. Cuando la veía sentada en la última fila me recordaba a esos pájaros de colores que cantan bajito encerrados en sus jaulas. Quizá si les dejasen volar alto la gente se maravillaría por sus plumas, pero allí encerrados pasaban desapercibidos. Ella era igual, atrapada en un sitio que mantenía su espíritu preso.
Cuando dejó de venir a clase, el lugar que dejó vacío se quedó impregnado de algo especial, como cuando a la noche oscura le falta la estrella más brillante. Nunca hablé con ella, temía romper el silencio y herir su frágil alma, no era necesario mirarla demasiado para descubrir la delicadeza que la envolvía, como si sus finos dedos fueran a romperse cuando escribía o pasaba las hojas de los libros tras los que se ocultaba. No sabía cómo abordar su soledad, cómo romper ese halo que la mantenía alejada de todos nosotros y la apartaba a un rincón. En aquel sitio de la última fila.
Pero ahora creo que debí haberlo hecho, lo pensé desde que nos dijeron que no iba a volver más. No hizo falta preguntar nada para saber que se había ido para siempre, que quizá se había convertido en el pájaro que siempre fue y por fin era libre para desplegar las alas y mostrar toda la pureza que llevaba dentro.
Nadie lloró. Entre los murmullos la mayoría se preguntó por su nombre, por el nombre de aquella chica de la última fila que nunca hablaba con nadie. Puede que el mes que viene ya nadie la recuerde, que ocupen su sitio y el hueco que dejó sea rellenado por otra persona. Pero yo sí recordaré siempre lo que pude haber hecho y no hice. Lo poco que habría hecho falta para hacer de su jaula un lugar menos triste.
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Increíble.
ResponderEliminar(L)
ResponderEliminarQue preciosidad, y que triste :(
ResponderEliminarMe has matado u.u, me encanta y lo sabes :)
ResponderEliminarQuizá si hubieses hecho algo lo habría rechazado, no debes culparte por eso.
ResponderEliminarPreciosa entrada, muy triste.
Un beso.
Oh... qué bonito... *-*
ResponderEliminarVoy a llorar... n.n
Pues para la próxima vez no se lo pensará dos veces entonces :) precioso como siempre!
ResponderEliminarMe ha gustado muchísimo la comparación de la ave.
ResponderEliminar¿Por qué siempre se asociasa con la chica del último a la que nunca dice nada?
¡Como siempre extraordinario!
Besos,
Aururu.
¡qué fotografía tan genial!
ResponderEliminar¡Genial! Incluso me he emocionado *-*
ResponderEliminarNo es ni más ni menos que como muchos/as pasan por la vida, siendo el/la chico/a de la última banca.
ResponderEliminarMuy triste, aunque tus palabras le dan ese toque lírico que hace que llegue al corazón y las emociones florezcan haciendo que alguna que otra reflexión surja, tal como ésa el último párrafo: ...yo sí recordaré siempre lo que pude haber hecho y no hice...
Un beso Roxy.
Que bonito, aunque un poco triste. Se ha gustado muchísimo. ¡Sigue así, por lo que más quieras!
ResponderEliminarOjala hubiera hecho alfo, pero la vida es así...
Estremecedor.
ResponderEliminarBravo!!!!!
ResponderEliminares una pena que siempre nos demos cuenta tarde de lo que podíamos haber hecho.
ResponderEliminarUna entrada preciosa.
Besos :333
Tan perfecto como siempre, Roxy :)
ResponderEliminar¡Besitos!