¿Dónde estoy?

Me quisiste a bocajarro. Fue imposible no morir en el intento.

13.6.10

La amaba con tanto fuego que acabó quemándola

La amaba con tanto fuego que acabó quemándola. Fue en aquella habitación, después de hacer el amor y tomar una copa de vino cuando vinieron las sospechas y los celos. Él era de aquellos tipos que daban una bofetada y sacaban los bombones después. Cuando ella, retorciéndose de dolor, se levantaba a duras penas del suelo, la recogía con delicadeza como si fuera una muñeca desquebrajada, y la invitaba al teatro. Él lucía su sonrisa hipócrita y ella su moratón en la mejilla, aquel de 'me di con la puerta del coche'.
Esa noche, mientras se fumaba el cigarro de después, volvió a preguntarle si había otro. No lo había, nunca lo hubo y él era consciente de ello, pero le gustaba saborear aquel sentimiento de miedo e impotencia que ella desprendía cuando se veía interrogada. 'No...', susurraba. 'Eres una puta' y hundía el cigarro en su brazo, abrasándole la piel. La amaba por encima de todo, pero no sabía como dosificar aquel sentimiento que lo controlaba y lo hacía enloquecer. La agarró de los hombros, todavía desnuda y la empotró contra la pared mientras gritaba algo que ella no podía escuchar, le sangraban los oídos. Lloraba con fuerza y se cubría el pecho con los brazos, diciéndose una vez más 'que aquello pasaría'. Cuando vio el reguero de sangre deslizarse por su rostro, lloró también, y se agachó junto a ella desesperado, sintiendo que la perdía, apretándola con fuerza contra su pecho. La alzó con suavidad, como acostumbraba a hacer y la llevó la bañera. La colocó dentro con delicadeza y abrió el grifo, dejando el agua caer. Ella apenas se movía, respirando muy poquito a poco, estremeciéndose al sentir el agua colarse por sus poros. Él lloraba y suplicaba que lo sentía una vez más. Después de unos minutos, el aguaba rebosaba de la bañera y ella dejó de moverse por completo. Helada e inerte. Lloró con más intensidad, terminando por mezclar sus lágrimas con el agua congelada. Se dirigió a la habitación donde había dejado ella el ramo de rosas que le había regalado. Cerró el grifo y sin dejar de llorar arrancó los pétalos de las flores, soltándolos sobre el agua y observando cómo flotaban sobre su rostro, ensangrentado.
La amó con tanto fuego, que acabó quemándola.

Inspiración para acompañar la lectura: http://www.youtube.com/watch?v=PMqkNUU5yRY&feature=fvst

12 comentarios:

  1. Puff me recuerda a una fábula de la mariposa y la vela...
    Precioso.

    ResponderEliminar
  2. De una mariposa que un día cualquiera se encuentra con una vela encendida y al verla se enamora de ella.
    La mariposa intenta acercarse a ella pero en cada intento se le quema una parte de su cuerpo una patita, parte de una ala y así, hasta que al final deseosa de poseerla se lanza sin vacilaciones contra ella.
    Mientras se consume llora su agonía y le pregunta a la vela por qué le ha hecho eso. Y la respuesta que obtuvo fue: es mi naturaleza.

    No se el título y la historia me han hecho que la recuerde xD

    ResponderEliminar
  3. ¡Por fin lo has entendido!

    Un relato real como la vida misma.

    ResponderEliminar
  4. Qué brutal... Corto, intenso... Dramático.

    ResponderEliminar
  5. Tópica y facilona, en mi opinión.
    Es mucho más fácil hacer llorar que hacer reír, y este relato es prueba de ello.

    Lo digo por el planteamiento tan tópico de "amores que matan" y el final, predecible desde el principio.

    No te tomes esta crítica a mal, es sólo mi opinión, y opiniones hay muchas.

    ResponderEliminar
  6. Obviamente el final de una mujer maltratada suele ser la muerte. No pretendía que el final fuera de 'no me lo esperaba' sino la forma en la que la asesina, de una manera dulce y triste (a pesar de continuar siendo un asesinato).
    Ahora estoy intentando abarcar muchos temas, escribir sobre más cosas, y si entre ellos surge uno tópico, pues mira, sobre todo tendré que escribir para ir probando (: Porque que yo sepa, hasta la fecha, nunca había escrito sobre mujeres maltratadas, de manera que para mí, ya no es tópico.

    Pero gracias por la opinión (:

    ResponderEliminar
  7. No porque tú no hayas escrito sobre mujeres maltratadas no deja de ser un relato tópico. No el tema en sí, sino el relato en general.

    Del mismo modo, si yo ahora escribiese un relato sobre un hombre con doble personalidad que tiene un motel y vive con el cadáver de su madre, seguiría sin ser original, aunque YO no hubiese escrito (aún), nada sobre el tema.

    ResponderEliminar

¿Me das un poquito de lo que desayunas?